miércoles, 21 de octubre de 2009

viernes, 16 de octubre de 2009

Ese Ser Aterrador


Era un lugar moribundo, sombrío y frío que se encontraba en las calles de un pueblo tan feo y oscuro; en ese lugar vagan los espíritus de almas abandonadas. Este pueblo solo tenía un habitante. Este habitante se encontraba en este pueblo buscando algo que hacer.
Este único habitante, tenía el hábito de salir a caminar todas las noches. Una noche, caminando por la calle que conducía al cementerio de su gran ciudad, oyó gritos de una mujer, y aunque él deseaba conocer a algún ser, comenzó a correr hacia su casa. Como no se resistió volvió a salir y observo a la cosa que gritaba.
Llegó al cementerio donde la cosa se hallaba, pero del susto, detrás de un árbol escondido se quedó. La observó por horas. Hasta que esa “cosa” lo miró. Tan fuerte fue el grito y el susto que se pegó que desmayada cayó.
Al despertarse, no entendía dónde estaba. Se sentía acorralada y no veía nada.
Este habitante, no soportó haber escuchado a esa cosa gritar por asustarse de él. Entonces, decide encerrar a esa cosa, para no volverla a escuchar.
Pasaron días, meses y éste iba todos los días a observar esa caja donde la “cosa” dormía eternamente.
Ella, en su sueño, se encontraba atada, atrapada y siempre veía el rostro de ese ser, tan aterrador que la desesperaba, y cuando quería abrir los ojos lo encontraba imposible, entonces optaba por tratar de serenarse…
Ahora se oyen los pasos en el corredor…

La Sospecha Anónima


Era la tarde del lunes, ya casi las 7:00 de la mañana y la familia comenzaba su rutina normal. El señor Orgen Benz llevaba a sus hijos a la escuela. La señora Katherine se iba a trabajar. Luego, el señor Orgen partía a la fábrica de su padre como todos los días.
Era una familia con mucho dinero, ya que eran dueños, por varias generaciones, de la empresa “Automóviles Mercedes Benz”
Hacía pocos meses el señor Orgen había quedado a cargo de la empresa debido a que su padre se había jubilado.
Ahora con un mayor cargo, sus obligaciones eran mayores: él debía levantarse a las 5:30 de la mañana para poder asistir a su trabajo a las 6:15; cuando llegaba debía recurrir al encargado del turno anterior. Éste le contaba las movidas de la noche como quiénes entraban y salían de la fábrica.
Una de esas mañanas rutinarias, el Sr. Benz se encontró en una situación confusa y grave, el encargado no estaba en su puesto y faltaban 75 autos muy valiosos de la empresa.
La puerta del primer piso era de vidrio, ya que era resistente a golpes y balas; éste se encontraba cerrada con llave. Éstas llaves las tenía que tener el portero y el encargado de la zona.
Como es de suponer, las llaves no las tenía él, estaban arriba de su escritorio, su oficina era una garita muy sofisticada con puertas de vidrio. Estas se encontraban rotas.
El Sr. Benz llamó a la policía, a los bomberos y a su esposa Katherine. Los tres suponían diferentes versiones, pero la más aceptada era la del detective Jack C. Él afirmaba que era una complot, probablemente de tres o cuatro personas; debido a que ninguno de los empleados había visto nada y supuestamente era todo normal.
Uno de los más sospechosos era el portero, ya que tenía el control. Otro era Fernando, el encargado de la zona; y el otro era el que estaba a cargo de cuidar los autos. De la fábrica.
Los detectives investigaron día y noche. Pero no aparecían antecedentes de ninguno.
Una de las pistas encontradas fue un bota roja, cuyo color les parecía extraño.
La mujer de Benz, Katherine era “amante” del rojo, pero no sospechaban de ella. Un día, el Sr. Benz no la encontró en su casa y decidió esperarla. La mujer llegó con un auto sospechoso, era uno de los asuntos que faltaban en la fábrica. Ella no estaba sola, se encontraba con dos sospechosos más. El Sr. Benz decidió esconderse y luego seguir el auto en donde estaba su esposa. Era ella la mujer Benz que tenía el control del comercio y quería la fortuna de su marido.
Rapidamente, llegó la policía, la esposaron y se la llevaron a la cárcel para interrogarla. Ella contenía varios antecedentes pasados anónimos. Benz y sus empleados siguieron con sus ventas y su buen comercio, y también pudieron recuperar esos autos que habían desaparecido.

El Gran Jugador


Juancito era un niño muy orgulloso por sus logros, estaba durmiendo mientras que soñaba un día único, glorioso y extraordinario. Ese día iba a debutar en su Club favorito, Manchester United. Estaba tan feliz, que no podía ni pensar en otra cosa. Juancito le comentaba a su madre que tenía miedo de fracasar, de no ser lo que ellos esperaban. Duró semanas esa preocupación.
Llegó la fecha en que debía tomarse el avión rumbo a su fama; pero, allí comenzaron sus problemas. Todo empezó cuando debía despachar su equipaje, estuvo muy bien, lo despacho, pero lo despacho a otro lado.Cuando la madre le preguntó:-¿Despachaste todo en orden? , allí se acordó, y fue corriendo a pedirles a los gerentes del aeropuerto para que le devolvieran su equipaje. Le informaron que su equipaje ya había partido hacia Roma.
Tuvo que esperar horas y horas hasta que su equipaje volviera y él pudiera tomarse su avión. Pensaba que ya no podía debutar, que llegaría tarde y no volvería a jugar en Manchester United.La madre, muy preocupada y tratando de consolar a Juancito, escuchó su teléfono móvil, y de repente, una sonrisa en el rostro de Juancito apareció.
Se escuchaba una voz gruesa y extraña, como mágica.(La voz móvil dice)-Se que perdiste tu vuelo y sé que en ese vuelo te esperaba un gran futuro. Pero no todo está perdido. Mira hacia la puerta de tu izquierda Juancito, corta y mirá, en esa puerta estaba el famoso director de Manchester.Hoy Juancito es un gran jugador, pero nunca supo quién fue el que lo llamó.

Mucama Robot


En el 2859, Fiorena discutía con su esposo Max porque la robot mucama, Robotina, no cumplía con sus funciones debido a que los hijos (Ángela y Neón) jugaban mucho con sus botones, mientras ella descansaba y la descompaginaron.Luego de tantas horas de pelea, tuvieron que buscar el control, presionar y volver al estado normal.En un día rutinario, Ángela tomó el autobús volador al colegio, Neón optó por el triciclo móvil, Fiorena tomó su auto volador y se fue a trabajar y Max se fue a filmar la película del pasado.Robotina quedó sola en la casa y decidió hacer una fiesta con otros robots sin que sus dueños se enteraran.Empezó a preparar la comida, puso la mesa de un zac! Y se sentó frente a la computadora a invitar a sus amigos robots.Llegó Felia, cinco minutos más tarde, cayó Ofexis y así fueron apareciendo los demás.Ya habían pasado 7 horas y todo venia excelente, la música estaba con volumen moderado, quedaba comida, los juegos alcanzaban y todo estaba limpio, pero de pronto se escuchó un tarareo y el portero electrónico de la casa que decía: “Bienvenido, Neón, hoy no tienes deberes”. Todos quietos, decidieron tomar sus cosas y salir corriendo, pero él los vio y les dijo que no se fueran, porque la fiesta recién comenzaba. Presiona un par de botones y todos se divirtieron !